viernes, 31 de octubre de 2008

El extraño mundo de Jack

Sólo una cosa voy a decir a modo de prólogo: yo tenía un patch de Jack en una campera de jean ANTES de que se pusiera de moda.

Comentarios bestiales del caso:
  • ¡Es 3-D! ¡Es digital! ¡Es mucho menos impresionante que el Imax!
  • Una pantalla chica con proyección digital sigue siendo una pantalla chica.
  • Y una película no hecha para 3-D sigue siendo una película no echa para 3-D.
  • Se ve impecable.
  • El español castizo no molesta tanto...
  • ...pero hay algo que se pierde. Siempre pasa con el doblaje, pero considerando que esto es un musical, se pierde un "algo" todavía más importante. Si el dálogo es indoblable, las canciones deberían ser sagradas.
  • Pero soy justo: estás bien dobladas. Lo que se piede es esa energía, ese impacto, esa fuerza que la música tiene en su idioma original. Y que tienen los musicales yanquis. Porque digámoslo de una vez: los que saben hacerlo como se debe, son ellos.
  • No es derrotismo. Es realidad. Ellos saben hacer un musical genial con Legalmente rubia. Pero nosotros siempre tendremos a Borges.
  • Qué cosa, che... A pesar de todo la película sigue siendo un placer para los ojos.
  • Quiero que se re-estrenen más películas, más seguido.

Diagnóstico a los bestia:

Es Tim Burton. En pantalla grande. El otro estreno de la semana es El juego del miedo 5 (¡5!).

Dónde la ví: Sala 9 Digital "Coca Cola", Cinemark Palermo (¿qué onda? pensaba que sólo el "torneo pepsi apertura", o como se llame, tenía sponsors).
Cuándo: Jueves a la noche.
Con: Cutti, of course.
Gente: Re bien. Parejas, todos respetuosos. TODOS APAGARON EL CELULAR. Gloria, aleluya.
Comida/bebida: Un paquete de Halls ácido yo, y Cutti un mantecol mega chocolate.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Big Eden

Estoy enamorado. Perdón Cutti, pero me acaban de seducir, de conquistar, de enamorar.
Mi nuevo amor se llama Big Eden, y va a sumarse la lista de películas que me conmueven. Ya se sabe. Ese tipo de películas que te tocan, te sensibilizan, te emocionan.
No es una película nueva. Para nada. Es del 2000. Había leído bastante sobre ella, y siempre cosas excelentes. Como últimamente estoy en una etapa de auto-afirmación de mi identidad, empecé a ver muchas películas gay. También a leer libros. Big Eden estaba primera en mi lista. Lo bien que hice.
No fue fácil conseguirla. Ya lo había intentado, y ahora sólo logré encontrar una copia grabada de HBO, bajada por taringa. No me importa que no sea perfecta, es mí, la tengo y la pude ver. Recién. Acabo de terminarla. Y escribo esto aún afectado por la película. Si fuera por mí viviría en este estado.
Acá no habrá comentarios bestiales. No tengo la energía para tratar de ser gracioso. Quiero, simplemente transmitir algo.
La historia de la película es poco y nada, es trivial incluso. Un artista de Nueva York regresa a su pueblo natal para cuidar a su abuelo, que lo crió. Todo en el pueblo lo quieren. Se reencuentra con su mejor amigo del secundario, de quien siempre estuvo enamorado. Y también con otro ex compañero del colegio, muy tímido, ahora dueño del almacén del lugar. Pronto, un triángulo se forma entre los tres. Y qué triángulo. Cualquier novela mataría por tener uno que funcionara tan bien. ¿Alguna vez vieron una película, una serie, algo, donde querían que el progonista se quedara con los dos? ¿Dónde uno entiende por qué duda entre uno y otro?
El cine gay no es el subgénero más feliz de todos. Es barato, es demasiado amigo de los clichés, del exceso de diálogos. Grande fue mi sorpresa cuando no encontré nada de eso en Big Eden. Lo que encontré fue una historia perfectamente narrada, personajes hermosos, con los que uno se identifica, a los que uno quiere... Parece tan fácil lograr algo así. La gente que lo logra, lo hace parecer tan fácil.
Los tres protagonistas actúan increíble. La química entre ellos es perfecta. La forma en que se cruzan, en que se miran, en que se hablan, las situaciones en que están... todo con un tono tan casual, tan tranquilo, tan humano y tan sensible. Acá hay corazón de sobra. Hay un alma. Algo que a demasiadas películas le falta.
¿Cómo puede ser que Thomas Bezucha luego dirigiera ese bodrio que fue La joya de la familia? Todo está bien hecho acá. La última hora me tuvo en el borde del asiento. No podía soportar la espera hasta que llegara la resolución.
Películas como esta me hacen acordar por qué amo el cine como lo amo. Por qué, un día cuando tenía 15 años, decidí que quería dedicar mi vida a contar historias. Esa vez, salí de ver Réquiem para un sueño absolutamente impactado. Y pensé: "Yo quiero causarle esto a alguien. Yo quiero tocar a alguien de esta manera. Quiero emocionarlo, hacerlos comprender algo que no habían comprendido, hacerlos ver el mundo de otra manera, hacerlo descubrir algo de sí mismo, como esta película acaba de hacerme a mí". No es poca cosa, lo sé. Es grandilocuente, y un poco arrogante. No sé si lo lograré. Pero sí hay gente que lo logra conmigo. Big Eden lo logró.
Cuando pasan estas cosas me siento más vivo.

domingo, 26 de octubre de 2008

Quémese después de leerse

Volví!!!!!

Y no tengo palabras para explicar lo que extrañaba ir al cine, pero el bolsillo no lo permitía. Debería ser ilegal.

Bueno, manos a la obra:

Comentarios bestiales del caso:
  • Los Coen nunca han sido santos de mi devoción. Aún no entendí Fargo. Sin lugar para los débiles fue para mí, fácil, el bodrio del año. Jamás ví Simplemente sangre ni De paseo con la muerte, que según mi papá son geniales. Y suele tener razón al respecto.
  • Sí vi y quedé fascinado con El hombre que nunca estuvo. Todo (TODO) de esa película me gustó.
  • Y lo voy a decir con orgullo, y no me importa si me tiran piedras: a mí me gustó, mucho, El amor cuesta caro. Más sobre ello en unas pocas líneas.
  • Sobre Quémese después de leerse: larga vida a Frances McDormand. Y a Tilda Swinton. Como dijo mi compañera de aventuras por al noche: ¡Qué cara de guacha que tiene!
  • Aunque en un monento pensé: hubiera estado buenísimo si las dos cambiaban papeles. Que Tilda Swinton hiciera de la ridícula que hace Frances McDormand. Para cambiar un poco las cosas.
  • ¡Brad Pitt! ¡Actuando bien! ¡Siendo gracioso! Yo decía que Sr. y Sra. Smith había sido solo un mal paso.
  • Pero esa película nos dio a la pareja más hermosa, y los niños más genéticamente favorecidos del mundo. Y digo "nos dio", porque los famosos, sus vidas, sus hijos y las vidas de su hijos son nuestras.
  • Dejo de irme por tangentes. La película es graciosa, muy graciosa. Pero mal. Las actuaciones de los protagonistas (los tres que ya mencioné más George Clooney y John Malkovich) son maravillosas. ¿Pero a alguien le sorprende?
  • Los personajes son rarísimos. Son todos freaks llenos de tics, de manías, de neurosis y pensamientos absurdos. Y actúan en consecuencia.
  • Los primeros veinte minutos son un embole total. Después, pura joda.
  • El amor cuesta caro me gusta porque la veo como una burla a las convenciones del cine hollywoodense. Específicamente, a las convenciones de la comedia romántica. Y es muy graciosa, es innegable, con sus personajes y situacionbes igual de freak que en Quémese después de leerse.
  • ALERTA: NO LEER MÁS SI NO QUIERE SABER EL FINAL! (o vea la peli, y vuelva a leerlo después, que me mandé una intelectualidad de aquéllas).
  • La película es eso que se llama "coral". Varios personajes, varias tramas, conectadas de maneras que el espectador conoce y el personaje no. En este tipo de cine, se construye un sentido uniforme en esa multiplicidad. El azar, los accidentes, las relaciones y lo difíciles que son, suelen ser los temas de tales películas. No de Quémese después de leerse.
  • El tema parece ser otro, y la clave para entenderlo no está en ninguno de los personajes protagonistas, ni siquiera en sus historias. Esta en una viñetas que, como comentarios sobre la trama misma, van apareciendo un par de veces a lo largo de la película. En ellas, un agente de la CIA y su jefe comentan las idas y vueltas de los personajes. No las entienden. Como no las entiende del todo el espectador mismo. Y estos dos hombres "de inteligencia" dicen, claramente, en la última escena de la película que no le encuentran un sentido a todo. Los vi como un espejo del público, y un instrumento usados por los Coen para deconstruir el elemento básico del cine más tradicional: el mensaje.
  • "Mensaje" es un término muy discutido que nunca me gustó del todo. Pero es claro, y funciona. La cosa es más o menos así: una película quiere decir algo, y eso que quiere decir es su mensaje. El espectador lo descifra a partir de las imágenes que ve. Es un proceso fascinante (dos personas no ven lo mismo en una misma película), pero rara vez falta. Quémese después de leerse es una película que hace de ese mensaje, y de su ausencia, su tema.
  • Para mí, lo central de la película es que busca jugar con las expectativas del espectador, que espera encontrar un sentido en todo. No lo hará, porque no está. Los Coen atentan contra ese principio del cine, hacen una película que dice: esta película no tiene mensaje. No se entiende del todo. Como en la vida real, las cosas son a veces azarosas, y muy confusas.
  • Esta película no enseña nada. Ni opina sobre lo que hacen sus personajes, no dice que estuvo bien o mal. Hace un tiempo, leí en Internet un artículo de una profesora de cine yanqui, que decía (parafraseo, no pude encontrar el artículo en google... ok, no lo busqué): el cine europeo se preocupa más por el comportamiento, el yanqui, por la moral. Y es cierto: una película francesa nos muestra el devenir de un personaje. Una película yanqui emite un juicio sobre el devenir de su personaje. Ese camino le sirvió o no, valió la pena o no, fue bueno o no...
  • Quémese después de leerse se rehúsa a hacer eso. Es comportamiento, azar, devenir, peripecia, coincidencia y falta de sentido. Como la vida, calculo que es la idea.
  • Los Coen atentan contra un cimiento básico del cine, dela industria, en que trabajan. No sólo atentan: denuncian, dicen claramente: acá no hay eso que debería haber, acá no queremos hacer lo que se supone debemos hacer. Acá hay caos. Y punto.
  • No serán santos de mi devoción. Pero que son inteligentes, son inteligentes.
  • Nada de esto quita que los primeros veinte minutos son muy aburridos.

Diagnóstico a lo bestia:

Veánla. Díganme si me fumé algo o si todo mi palabrerío tiene algún fundamento. Es graciosa, eso no se lo quita nadie.


Dónde la ví: Hoyts Abasto.
Cuándo: Sábado, función de trasnoche.
Con: Cole-girl.
Gente: Sala llena. Idiota que comentaba la escenas en voz alta a mi izquierda.
Comida/bebida: Después de todo lo que nos comimos en el peruano, imposible algo más. Todavía tengo chaufa en la heladera de esa noche.

martes, 14 de octubre de 2008

El tercer hombre

No, no es la película de los cuarenta con Orson Welles. Es Third Man Out: A Donald Strachey Mystery, pero vieron cómo son los distribuidores locales con los títulos, ¿no?
Como fuere, el meollo de la cuestión es el siguiente: esta es la primera adaptación, en forma de telefilm (barato, para un canal de cable), de una de las novelas de la serie del personaje del título, historia de misterio más que clásicas, cuya gracia es protagonizada por un detectiva privado gay. Y más o menos en eso radica toda la originalidad del asunto.
Pero eso no fue lo que más me molestó. De hecho, el misterio, si bien dolorosamente tradicional, funciona bastante bien. Pero lo que me ofendió un poco y que motivó estas líneas, es la catarata de estereotipos jodidos sobre los gay que hay en una película que supuestamente viene a romper con estereotipos gay.
El protagonista es un detective duro y masculino, fuerte y sarcástico, bien a los Philip Marlowe. Su pareja, si bien masculino, se ocupa de los siguiente: la decoración de la casa, pasear al perro, cocinar, beber vino tinto muy fino, quejarse de que el otro trabajo mucho, de que les hace falta dinero... Es el esquema uno es la mujer, el otro es el hombre. Cosa que siempre me sacó de quicio. Son gay, señores: la gracia es que ninguno es mujer.
Y para colmo de males, la otra pareja de la película es un viejo con look de enfermo y un tipo mucho más joven, musculoso y con arito en la oreja. ¡Agh!

lunes, 13 de octubre de 2008

Un novio para mi mujer

Por fin la vi!

Comentarios bestiales del caso:
  • Valeria Bertucelli es lo más. Es una harpía perfecta. Pero eso no es todo lo que es el personajes, a pesar de lo que se ve en el material promocional. Y Bertucelli la rompe en cada escena.
  • Adrián Suar no molesta.
  • La película empieza muy focalizada sobre el personaje de él. Y funciona bien. Pero luego se concentra en ella, y levanta vuelo. Cuando volvía a él... yo revoleaba los ojos. La presencia, el encanto de Bertucelli se extrañaba.
  • Yo miraba la película y pensaba: "es graciosa, pero... no me cierra". Y entonces la película tuvo un giro buenísimo. La trama es difícil y está resuelta bárbaro.
  • Después de tres películas, ya puedo decirlo oficialmente: Juan Taratuto me gusta.
  • La dirección de arte de la película es buenísima. A diferencia de muchas películas argentinas, la acción no transcurre en departamentos modernos y palermitianos. Al contraros. Hay todo un feeling de barrio encantador, y refrescante. La comedia romántica, como género, siempre se ocupa de la clase media-alta, intelectual y psicoanalizada. Un novio para mi mujer no. Eso me sorprendió y me encantó.
  • Lo digo porque soy quiquilloso: la presentación del Cuervo Flores (Gabriel Goity) no cierra. Mucho misterio, mucho elemento mágico... que no lleva a nada. Sorry, está jugado así para nada.
  • Un comentario sobre el ritmo: la comedia romántica siempre es bastante veloz. Las películas argentinas suelen ser más lentas, más meditativas. Y aunque parecería raro, este ritmo moroso funciona muy bien en Un novio para mi mujer. Salvo una o dos escenas.
  • ¡Julieta Zylberberg! ¡Violeta Urtizberrea! Las adoro desde que ví Lucro cesante (al margen, Ana Katz: ¿por qué no hacer versión para cine de esa obra? Y con ellas dos, la tercera chica del elenco cuyo nombre se me escapa ahora. Tenían una química bárbara).

Diagnóstico a lo bestia:

Re bien. Divertida, bien actuada, emotiva cuando quiere serlo, y piola en el "mensaje" final.



Dónde la vi: Monumental, sede ex-Electric. Que cine de mierda.
Cuándo: domingo, función trasnoche.
Con: Cutti.
Gente: ¡¿Quién carajo lleva un bebé al cine?!
Comida/bebida: Nada.

viernes, 10 de octubre de 2008

Hellboy 2: El ejército dorado

El Hollywood clásico se construyó con el aporte de directores, en su mayoría, de Europa Oriental. ¿México es la nueva Hungría?

Comentarios bestiales del caso:
  • No soy un cinéfilo "artístico". Me gusta el cine arte, el cine diferente, pero disfruto como loco con un buen tanque hollywoodense.
  • Pero sí espero que sean buenos tanques. Pretendo un guión impecable, actuaciones buenas, chistes originales y gracioso, efectos excelentes y que no acogoten la trama. ¿Es demasiado pedir?
  • Estoy dando vueltas porque me parte el alma decirlo. Adoré El espinazo del diablo y El laberinto del Fauno. La Hellboy original me encanta. Incluso me gustó Blade II. Pero Hellboy 2 no está a la altura que esperaba.
  • No me malinterpreten. Yo tenía muchas expectativas, y siempre que las tengo termino decepcionado. Es un problema mío...
  • ...pero hay cosas que no cierran en la película. El clímax es un poco... anti climático. Le falta un poco de "punch", no alcanza a ser lo que debería ser: el momento de mayor despliegue y mayor interés y tensión de la película.
  • Y el guión no es impecable. De hecho, el relato avanza algo forzado. Es como si todavía le faltara un golpe de horno. ¿Tan rápido se hizo la película? ¿No estuvo en producción un montón de años?
  • Ron Perlman, Selma Blair y Doug Jones la siguen rompiendo.
  • Y Hellboy sigue siendo un personaje bárbaro. "Glasshole"...
  • No quiero arruinárselo a nadie, así que lo voy a decir crípticamente. Pero hay un par de escena con Hellboy y Abe hacia la mitad de la película que son fabulosas. Hacía rato que no reía tanto en el cine.
  • ¿Qué tienen las películas de los últimos tiempos con la música? Otro momento para agregar a la lista de grandes viñetas musicales del año: Abe y Hellboy cantando una canción que si revelo cuál es, le saco la gracia.

Diagnóstico a lo bestia:

Con fallas y todo, Guillermo del Toro sigue siendo más interesante que la mayoría de sus colegas yanquis.


Dónde la vi: Hoyts Abasto, of course.
Cuándo: jueves a la noche.
Con: Cutti.
Gente: ¡Nadie atendió el celular...! ¡Upi...!
Comida/bebida: Nada. Pero me dí con una tartaleta de chocolate y frutillas antes.

martes, 7 de octubre de 2008

Espejos siniestros

Ay, ay, ay...

Mala, mala, mala.

Comentarios bestiales del caso:
  • Kiefer Sutherland es un gran actor. ¿Por qué hace exclusivamente películas malas? Y de acción o terror encima. Me encantaría verlo en un drama, en una comedia.
  • Es la remake cien millones de una película de terror coreana, y van...
  • ¡Pasa de todo! ¡Y en los primero sveinte minutos! Y después no pasa nada hasta los últimos treinta minutos.
  • Esos treinta minutos están bien, lo admito. Son entretenidos. Pero hay que obviar los agujeros de la trama.
  • ¡No lo puedo creer! ¡Actúa la abuela de Jen de Dawson's Creek!
  • Hay clima, clima, y más clima. Hay ambientes oscuros. Hay música de suspenso. Hay sangre. Hay gente que muere en forma rara. Que pena que no hay nada más.

Diagnóstico a los bestia:

Evitarla como la peste.

Dónde la vi: Hoyts Abasto.
Cuándo: Domingo a la noche.
Con: Cutti.
Gente: Un montón. Tuvimos que ir a la cuarta fila. Por primera vez no me molestó que la idiota al lado mío contestara el celular.
Comida/bebida: Yo, nada. Cutti se manducó un par de sandwiches de miga del paquetito que nos hicieron en Las Violetas con la comida que nos sobró del té. ¿Fino, no?

Escondidos en Brujas

Sí, Colin Farrell hace lo mismo que en El sueño de Casandra. ¿Tan mal está? Woody Allen hace lo mismo hace treinta años, para el caso.


Comentarios bestiales del caso:
  • Quiero ir a Brujas.
  • Es rara. Es graciosa, muy graciosa. Y de pronto, oscura, muy oscura.
  • Cutti, llevame a Brujas.
  • Y lo bueno es que lo gracioso es el tipo de gracioso que a mí me gusta: surge del ridículo. De actuar como si nada en situaciones terriblemente dramáticas. ¿Qué dice eso de mí?
  • ¿Cuánto me sale un pasaje a Brujas? Temporada baja, con escelas, trasbordos, en turista, aunque no entro bien en los asientos.
  • El director la escribió también, y es el dramaturgo de The Pillowman. ¿Cómo? ¿No la vieron? Si Pablo Echarri es el nuevo Héctor Alterio. Como sea, lo comento porque parece que es importante, está en todas las críticas de la película.
  • ¿A cuánto está el euro? Ví un programa de viajes en cable y decía que Dinamarca es uno de los países más caros de Europa. ¿Lo mismo es con Brujas?
  • Me encató cómo la peli va de algo muy crudo y violento a algo muy gracioso. Y que el guión sea impacable: no hay elemento de más. Si la ven, fíjense que todo personajes, todo diálogo y toda situación cierra perfectamente al final. Es más: una clase sobre cómo hilar, hilar y hilar sin que el público sé dé cuenta, salvo cuando ve el resultado y se dice: "Mierda, que está bien el guión".
  • Tengo una conocida belga que vive en un pueblito llamado Louvre. ¿Alguien sabe si queda cerca de Brujas?
  • Los personajes son maravillosos porque todos tienen alguna cosa medio rara. Los sicarios sentimentales, la dealer simpática, el skinhead medio tarado, el enano antipático y fiestero... ¿Dije que era una película rara, no...?
  • ¿Hay una universidad en Brujas? ¿Dan becas para estudiar cine?
  • Ralph Fiennes la rompe. Aparece poco, pero la rompe. Y eso que hace algo que nada que ver a lo que hace siempre.
  • ¿Pudrieron los comentarios de Brujas o sigo?
  • Ya es oficial que me gusta Colin Farrell. De ahora es más, digo que es buen actor y me la banco. Acá está bárbaro.
  • Quiero ir a Brujas. Por si no quedó claro.

Diagnóstico a los bestia:

Watch it. Rara, original, muy graciosa, muy bien actuada.

Dónde la vi: Hoyts Abasto.
Cuándo: Sábado en la función de trasnoche (¡no me mandaba una así desde que tenía 15 años!)
Con: Cutti y Analía.
Gente: Nadie habló ni contestó celular. Yo, en el Cielo.
Comida/bebida: Nada. Pero veníamos de comer como cerdos en un chino vegetariano tenedor libre.

lunes, 6 de octubre de 2008

The Times of Harvey Milk

Meses atrás me enteré que Gus Van Sant estaba por filmar una película sobre un tal Harvey Milk. Si de política argentina sé poco, de la yanqui sé menos, así que es no era raro que no tuviera ni idea quién había sido el muchacho con tan lácteo nombre. Pero resulta que fue un comisionado (una especie de legislador minucipal) de San Francisco a fines de los ochenta. Era lo que en EE.UU. se llama "un independiente", es decir que no tenía partido político. Ocupó su puesto por casi un año y fue asesinado por otro comisionado, que además mató al intendente de la ciudad. El asesino, Dan White, había renunciado a su puesto días antes, y estaba tratando de recuperarlo. Cuando se enteró que eso no iba a pasar, entró a la municipalidad por una ventana y le puso varios tiros a sus dos víctimas.
No está del todo claro cuáles fueron sus motivos. White evidentemente tenía problemas psiquiátricos (nadie mata a nadie de esa manera estando bien de la sapiola), posiblemente una grave depresión. Que la motivación del asesinato fuera política es difícil de discernir. Sin dudas, matar a un político (a dos, y que encima no compartían sus ideas) no es un dato menor.
El hecho más escandaloso de la historia, sin embargo, no es nada de todo esto. Milk era gay. Fue el primer gay elegido para un puesto político en EE.UU., y aunque no lo investigué demasiado, uno de los primeros en el mundo. Su identidad sexual nunca fue oculta, su defensa de la causa gay era importante, y el hombre era visto como un representante de la comunidad.
Ahora, lo escandaloso: White fue condenado a ocho años de prisión, cuatro por cada asesinato. Un asesinato de dos políticos. Las acusaciones de homofobia no faltaron.
Ahora salgo de la revisión histórica. Buscando data en Internet me encontré con un documental, The Times of Harvey Milk, que ganó el Oscar en 1985 y se puede ver completo en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=7Rgam0H9_A4

Pongo punto final a la solemnidad. ¡Que venga la bestialidad!


Comentarios bestiales del caso:

  • Voy a contradecir casi todo lo que escribí sobre La próxima estación. Aviso.
  • El documental es bastante tradicional. Entrevistas a cámara, voz en off que explica, un relato lineal. Y cero reflexión sobre el medio.
  • Pero esto no es lo mismo que La próxima estación. Esto no plantea una problema y plantea una solución. En esos casos, yo creo que hay que aclarar el lineamiento desde donde se habla, la subjetividad de la visión. Y en todo caso, reforzar la individualidad del discurso, asumirla, y desde ahí proponer. The Time of Harvey Milk cuenta una historia. Lo hace emotivamente. Plantea el ascenso, apogeo, asesinato y consecuencias de la muerte de Milk. No es lo mismo.
  • Y no es lo mismo porque el tema me toca más que los trenes. Sorry, seré extranjerizante. C'est lo que siento.

Diagnóstico a lo bestia:

Véanlo. Es corto, y hasta puse el link. ¿Qué más quieren?



Dónde la vi: tirado en el sillón de mi casa, en la compu.
Cuándo: viernes a la tarde.
Con: avec moi.

sábado, 4 de octubre de 2008

La próxima estación

¿Vieron? Cada tanto me mando una cosa intelectualosa.
Muy cada tanto.

Comentarios bestiales del caso:
  • A ver... ¿cómo lo digo? ¿Nunca vieron una película que tiene todo para estar bien y aún así... no les produce nada?
  • ¿Todo el mundo es malo? ¿Todo gobierno, todo político, todo gremialista, todos, todos, todos?
  • La respuesta quizás sea sí, ya sé. Pero no es lo mismo Kirchner que Frondizi, Menem o la dictadura. Sencillamente no lo son. Hay tonos de gris en el mundo.
  • El mensaje parece ser "¡hay que abrir de nuevo todos los ramales de trenes, ya, ya, ya!". ¿No se idealiza demasiado el pasado? ¿No ha cambiado la sociedad, la economía, el transporte en los últimos quince años? Todo tiempo pasado no siempre fue mejor.
  • Nada de esto le quita mérito a lo que plantea la película. El tren es el medio de transporte más seguro, barato y menos contaminante que hay. Y el desmantelamiento de la red nacional fue un genocidio para cientos de pueblos. También es un escándalo lo que se hizo con el patrimonio ferroviario.
  • Esta nota tiene razón en muchas cosas: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-112391-2008-09-28.html
  • Francamente, prefiero los documentales que asumen que lo que presentan es un punto de vista, un recorte. Me resulta incluso anacrónico pretender que un documental es una verdad. Acá hay un director, un guión, una edición. ¿Por qué no asumir que es imposible "representar la realidad"? No sé por qué esperaba que un discurso sobre la naturaleza del documental fuera para de la película... pero así era. Lo esperaba, y no lo encontré. La próxima estación termina entonces más cerca de la televisión. "Mostrar y denunciar" son las funciones que los noticieros se asignan. "Reflexionar", creo yo, debería ser la intención del documental. Perdón si no lo piensan así. Pero sin eso, un documental me resulta un informe de tele. Y yo sé que Solanas puede (¿debería?) dar más.

Diagnóstico a lo bestia:

Véanla. Quisiera saber qué piensa otra gente, no sólo del tema de los trenes, sino de La proxima estación como película. Es lo que es a fin de cuentas.


Donde la vi: en el Tita.
Cuando: martes a la noche.
Con: Cutti.
Gente: Intelectualidad por todas partes. La idiota de atrás mío se ofendió cuando le hice "sh!" para que dejara de hablar.
Comida/bebida: Rien.

miércoles, 1 de octubre de 2008

La profesión de Irina Palm

Sólo unos comentarios al vuelo que tengo que irme (al cine, obvio... ¿adónde más?)

  • A Cutti le encantó. A mí... Empezó un poco lerda, pero levantó un vuelo bárbaro a final.
  • Por momentos, la actuación de Marianne Faithfull me resultó densa. Tanta cosa dubitativa, voz bajita, miradas al suelo... La actuación de ella (y toda la película, en realidad) tienen un ritmo un poco soporífero. No es que sea aburrida, la historia fluye bastante bien, pero es la forma en que se presenta.
  • Me encanta ver a Kevin Bishop de nuevo. Me encantó en Piso compartido y Las muñecas rusas. Pero quiero volver a verlo haciendo comedia.
  • La historia es así: la protagonista consigue trabajo en un cabarulo parejando hombres sin que la vean a ella para pagar un tratamiento médico que necesita su nieto. La cámara, sin embargo, elige no mostrar los penes, pero si la mano de ella haciendo... lo suyo. Lo que resulta en una serie de planos con objetos que bloquean la vista, al estilo Austin Powers.
  • El manejo del humor es medio raro. A veces tenía la sensación de que las escenas graciosas... no lo eran a propósito.

Diagnóstico a lo bestia:

No sé qué esperaba. Pero el resultado me dejó un poco indiferente. Es una de esas películas que están bien, pero... nada te impacta demasiado. Para ver algo distinto y, por sobre todo, para ver un buen vehículo para una actriz de más de 50 que no es ni Helen Mirren ni Judi Dench.

Donde la vi: Hoyts Abasto.
Cuando: Martes a la noche.
Con: Cutti.
Gente: Bastante para una película así. Más que nada parejas grandes.
Comida/bebida: Nada.